martes, octubre 19, 2010
Mitos de la Modernidad y Postmodernidad sobre la Maternidad Lesbiana
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CENTRO de INVESTIGACIÓN y ESTUDIOS INTERSEXUALES
CENTRO de INVESTIGACIÓN y ESTUDIOS INTERSEXUALES
MITOS DE LA MODERNIDAD Y POSTMODERNIDAD SOBRE LA MATERNIDAD LESBIANA
Proyecto de ley sobre la reproducción asistida. Este proyecto, que se encuentra en la Comisión de Salud del Senado, fue presentado en 1996 y es su autor el Senador Dr. Alberto Cid. Fue objeto de análisis en la Comisión, por senadores, médicos, religiosos, sociólogos y contadores públicos. Algunas de estas personas en su carácter de autoridades del Ministerio de Salud Pública. La esterilidad, la orientación sexual, la vida y su desarrollo, la ingeniería genética, la persona, la familia, la pareja, la mujer sola y la mujer lesbiana fueron objeto de un meticuloso análisis. En cambio fue acrítico el estudio de los aspectos prácticos y económicos de las clínicas que trabajan en la infertilidad-esterilidad y la responsabilidad de los médicos que las dirigen. Igual trato tuvieron las prohibiciones, derechos y obligaciones, las sanciones y la ausencia de una propuesta para establecer un post-grado que habilite el ejercicio de la reproducción asistida.¿Por qué una ley sobre reproducción asistida?. Muchas personas sienten una especie de "horror aristotélico al vacío", frente a la escasa legislación sobre el comportamiento reproductor de los homosexuales. El horror sería aún más conmovedor si atendieran al hecho de que el número de bisexuales, especialmente mujeres, que son y han sido madres desde antes de los tiempos históricos, es hoy mayor del 25% de la población general (Kinsey). Como por razones muy diversas han estado en pareja con un hombre, pasa desapercibida su orientación lésbica. Este vacío puede ser llenado obstaculizando la reproducción de los homosexuales con una ley que controle, entre otros aspectos, la reproducción de la mujer lesbiana. Lamentablemente en nuestro país se impulsa un proyecto de ley que niega la posibilidad de tener un hijo, a la mujer lesbiana, sin recurrir a la relación coital heterosexual. Es un proyecto que claramente viola el espíritu del art.8º de la Constitución de la República que dice: todas las personas son iguales ante la ley no reconociéndose otra distinción entre ellas sino la de los talentos o las virtudes. E ignora el decreto Nº 258/992 del 6 de junio de 1992 (Normas sobre conducta médica y derechos del paciente). En el Título 2, art. 31 dice: el paciente tiene derecho a recibir tratamiento sin distinción de raza, religión, sexo, nacionalidad de origen, impedimentos físicos, orientación sexual o fuentes de pago. Firman el decreto, quien era en ese momento Presidente de la República y su Ministro de Salud Pública, Dres. L.A. Lacalle y Delpiazzo.¿Por qué mitos?. Porque son interpretaciones del mundo y de la vida, plenas de símbolos, visiones e interpretaciones fantásticas, carentes de formas de reflexión racional. Ponen de manifiesto los valores que rigen una sociedad y tienen una función en el mantenimiento del orden establecido. Los mitos van unidos al concepto de rito, que mediante la repetición los perpetúan.¿Por qué modernos y postmodernos?. Los mitos que nos ocupan son creaciones fabulosas acerca del erotismo/reproducción y heterosexualidad/homosexualidad. La homosexualidad como la pensamos hoy no tuvo existencia en otras sociedades. Homosexualidad y heterosexualidad comienzan un lento proceso de significación y mitificación a partir el siglo XVII dentro del marco de la denominada actividad sexual no reproductora, junto a la masturbación. Identificándose todas estas actividades sexuales con las enfermedades físicas y mentales. Poco tiempo antes, en la Edad Media, la sodomía, el incesto y el adulterio eran un "pecado de la carne". La sodomía no se pensaba como una actividad propia de aquellas personas que no querían tener relaciones con el otro sexo. La sodomía era un complemento de la actividad sexual. Los límites entre lo que hoy conocemos como homosexualidad/heterosexualidad eran tan poco precisos como la ambisexualidad y el género en la actualidad. Los avances científicos en los siglos XVIII y XIX, con importantes descubrimientos en todas las ciencias, producen una explosión de las "clasificaciones". El universo puede ser comprendido si somos capaces de clasificar todas sus formas de expresión. En la biología se destacan: Linneo con la clasificación de las especies y Darwin con la selección natural (lucha por la existencia) y la selección sexual (lucha por la pareja, que no significa monogamia) como motores de la evolución. La sexualidad se hace clasificable en el vasto mundo de las especies. Se refuerzan la homosexualidad y la heterosexualidad, recién llegadas al lenguaje, como formas de sexualidad clasificable. Y se decreta la patología de la homosexualidad porque se entiende que escapa a la selección sexual.La homosexualidad pasa a ser objeto de estudio de las ciencias médicas y psicológicas. Las afirmaciones fantásticas de los "científicos" son repetidas sin reflexión racional. Se crean de esta forma mitos sobre la homosexualidad del hombre y de la mujer.El corolario de la selección sexual es el éxito del macho al reproducirse. Trasladado al presente, la reproducción asistida cuestiona el "éxito del macho". Se hace necesario, entonces, restringirla a las situaciones de infertilidad-esterilidad (mujeres heterosexuales solas) y negarla a las lesbianas y homosexuales en general. Finalmente, el fundamento psicobiológico del proyecto de ley es un peligroso pensamiento neodarwiniano, que se materializa en una selección sexual que pasa a ser el privilegio de una élite social. Y se expresa a través de las dificultades impuestas a las mujeres que deben, tras complejos, dolorosos y costosos tratamientos, demostrar que son estériles (parirás con dolor). Y es por esta vía, además, que se refuerza la discriminación de las mujeres lesbianas. La selección o lucha deja de ser un problema de la persona y pasa a ser un subproducto de las manipulaciones de un grupo privilegiado. Los mitos que sostienen el proyecto de ley El mito de la familia feliz: ¿De dónde surge su perfección, que hace a su felicidad? " Se considera la familia nuclear heterosexual como paradigmática. La familia constituida por el padre y la madre es la "familia normal". Es la familia que requiere la cría humana. Se le adjudican virtudes intrínsecas que garantizan la reproducción, la crianza y el desarrollo de sus miembros (Dr. Touyá-5/7/2001). La reproducción asistida tiene un fin altruista que es la construcción integral de la familia y la felicidad conyugal (Dr. Alberto Cid-exposición de motivos)".¿Qué nos dice la realidad acerca de la familia nuclear?. En primer lugar estas creencias desconocen la realidad y cuestionan la capacidad y los derechos de otros tipos de familias, y de las personas que las constituyen y que cuidan y se hacen cargo del crecimiento de los niños/as. No desconocemos la importancia histórica, social y cultural que tiene la familia nuclear. Toda composición familiar surgida a partir de la propiedad privada sobre los medios de producción, comprende a la familia nuclear como elemento constitutivo. Se adecua tanto a la sociedad de consumo, como a los determinantes de la sociedad socialista. Está condicionada económicamente por la influencia de la revolución científico-técnica. Donde se dan cita las soluciones a la vivienda, el empleo, posibilidad de superación técnico profesional y adelantos de la revolución científico-técnica, se impondrá el paradigma de la familia nuclear. En la medida que se reducen los índices de satisfacción de estos requerimientos, se hace más difícil la creación de la familia nuclear (J. Potrony García). La encuesta nacional de hogares nos da una cifra en 1997 del 35% de familias nucleares, muchas constituidas en una segunda instancia, con hijos de otros matrimonios. El resto de las familias son monoparentales o integran a una persona cuidadora con o sin vínculos familiares directos. La familia nuclear clásica refleja la crisis socio-económica que padecemos. Es creciente su incapacidad para responder a la crianza y a los problemas de los niños, ancianos, enfermos y discapacitados que hay en su seno. Paralelamente a la crisis de la familia nuclear, en estos últimos cincuenta años, estamos asistiendo a un fenómeno de cambio en la especie humana, que se expresa en las múltiples formas de manifestarse la orientación sexual, el género y el vínculo afectivo y sexual. El cambio se acompaña con la emergencia de nuevas formas de pensar, sentir y expresarse. Las personas que se identifican con estos cambios, también desean tener y criar hijos. Las personas homosexuales constituidas en familias biparentales o monoparentales se han transformado en un paradigma alternativo de familia que no se diferencia, en su capacidad de tener hijos y cuidarlos, de las familias formadas por las personas heterosexuales (Asociación Americana de Psicología) (Michael Ward, Universidad de Stanford). Ambas formas de familia no tienen por qué excluirse mutuamente. Por el contrario, se complementan (como sucede con la convivencia de familias de etnias, religiones, etc. diferentes) y aportan la necesaria diversidad que exige la acelerada evolución social, cultural y científico-tecnológica. El mito del desarrollo psicofísico normal del niño: ¿Qué es lo que centra realmente el mito? "Hay una suposición referida a la ausencia del padre biológico, y es que la ausencia de la figura paterna, atenta contra la estabilidad moral, emocional y aún material del niño. Provoca una discapacidad en su desarrollo y fomenta la discriminación". Esta preeminencia no tiene un argumento consistente que la sustente. En realidad la preocupación es mantener la figura cada vez más desvalorizada del patriarca, como generador de normalidad por su sola presencia. Más profundamente se trata de mantener vivo el poder del macho. Lo cierto es que la familia existe para reconocer, cobijar y fomentar posibilidades creativas que aguardan en cada ser humano (Caroline Steven). Lo que sienta el fundamento de bienestar de todos los miembros de una familia, es la experiencia de un hogar, construido por dos individuos de cualquier sexo, género y orientación sexual que cooperan y se aman, aportando sus diversos dones a la creación de un ambiente sustentador. Mito de la homosexualidad como enfermedad contagiosa: Es un mito seudocientífico que afirma: "que las parejas lesbianas son anómalas. Es un despropósito, un snobismo, que la mujer que no transite una vida de pareja heterosexual acceda al procedimiento de fecundación asistida (Dr. Alberto Cid, exposición de motivos, opinión vinculada a la decisión de una artista brasileña). Los homosexuales son productos genéticamente alterados que procrearán hijos e hijas homosexuales, por razones biológicas o por el ejemplo. Que educarán a sus hijos como homosexuales. No pueden ser buenos padres o madres porque son depravados, inmorales e inestables. Son irresponsables que provocarán incertidumbre psicológica en el niño/a y que abusarán sexualmente de sus hijos".La enfermedad homosexual es una construcción social y cultural que se derrumbó hace tiempo. Hace más de dos décadas, La Asociación Americana de Psicología y la Asociación Americana de Psiquiatría (AAP) descartaron la homosexualidad como enfermedad. Esta rotunda afirmación científica quedó registrada en la Clasificación de las Enfermedades Mentales, cuya revisión realiza periódicamente la AAP (DSM-IV) y en la Clasificación Internacional de Enfermedades en su décima revisión (CIE-10). Esto nos exime de todo comentario acerca de la normalidad de la orientación sexual, cualquiera que esta sea. Las conclusiones de la Asociación Americana de Psicología acerca de las parejas homosexuales son de que el nivel de estabilidad no es diferente del de los matrimonios heterosexuales. Los estudios realizados en EEUU indican que la amplia mayoría de situaciones de abuso sexual tienen como protagonistas a niñas que sufren abuso por parte de hombres heterosexuales (que mantienen relaciones sexuales con sus esposas), no por parte de gays o lesbianas. Los escasos estudios llevados a cabo en nuestro país y la experiencia clínica muestran iguales promedios. Otros estudios realizados durante varios años (Asociación Americana de Psicología) afirman que niñas y niños criados por madres y padres homosexuales no tienen trastornos y no se enfrentan a más dificultades al momento de entrar al colegio y relacionarse con los demás, que aquellos que provienen de familias heterosexuales. Tampoco han presentado trastornos de personalidad. Con relación a la identidad sexual, de género y a la orientación sexual no hay diferencias cuantitativas al comparar los hijos de las familias tradicionales con los de las familias alternativas homosexuales. A MODO DE CONCLUSION: querer tener hijos es una construcción social y cultural. No es ni natural ni es un instinto. Se aprende a ser madre y padre. El deseo se encuentra en los heterosexuales y en los homosexuales a partir de la niñez (Maren Ulriksen, Prof. Agr. De la Clinica de Psiquiatría Pediátrica, Uruguay, artículo de Cotidiano Mujer Nº30). La maduración del niño/a se produce por la alimentación, el vínculo amoroso, el lenguaje y en las cualidades del sonido de la voz. No se produce a través de la "orientación sexual" de quién lo cría. Opina el Dr. Korzeniak, en ocasión de la presentación del proyecto de ley sobre "reproducción asistida" en la Cámara de Senadores: "la mujer sola sin pareja puede adoptar, entonces no se entiende por qué se le cuestiona un procedimiento como éste"."Algún día hombres y mujeres podrán experimentar formas de amor, paternidad, maternidad, de comunidad e identidad, que no estén basadas en mentiras, secretos y silencios." (Adrienne Rich).
Dr. Dante Olivera Pérez
Psiquiatra y Sexólogo Clínico
CIEI-SU Montevideo - Uruguay ex CIEI
CIEI-SU mail: ciei-su@mednet.org.uy
dolivera@chasque.net
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